Cuando los nuevos taxis Mercedes llegaron a las paradas de Santa Cruz de la Palma decía Argeo: "Ese también se pone viejo".
Su Mercedes recorría las calles adoquinadas y los rincones del entramado urbano, en el paseaba a su familia cuando caía la tarde de los domingos.
Ocho coches que conformaron la parada de la Alameda, ocho personas que sobre cuatro ruedas guardaban secretos, desahogos de familias, borracheras incontroladas, noches de guardia donde se convertían en ambulancias e historia viva de cada barrio y plaza, de cada calle o rincón.
Sirvieron de vehículos de novias y novios, de escapadas, de carga de compras de todo tipo y sobre todo de historias.
De los 8 quedan 3. Hoy ha dado su último viaje Argeo: el que no cobraba si no hacía falta, el que acudía a cada entierro y que hablaba de su coche y su vida hasta por los codos pero con cariño, sonrisa y una personalidad única.
Desde la Cruz del Tercero a la Calle Doctor Pérez Camacho la parada cambiaba pero el equipo era uno. El sonido del teléfono en la parada resonando entre los laureles de india de la Alameda y el correr del taxista desde su café en el Kiosco o en los corrillos queda para el recuerdo.
Y los nuevos Mercedes se pusieron viejos pero el recuerdo de Argeo queda intacto como si no hubiesen pasado los años, como si la línea azul de su puerta siguiera brillando entre los rayos de sol que se cuelan entre laureles y araucarias y el teléfono sonara para un viaje único.
Hoy lo llevaron a él con cuidado, hoy lo despedimos con respeto, el mismo que mostraba cuando te abría la puerta de su Mercedes.
Hoy el café del taxista que ha servido para entender a las personas, para guardar secretos de matrimonios, de madres e hijos para recorrer kilómetros y conocer ciudad y a sus habitantes como la palma de su mano. Buen viaje.
Hoy el café del taxista que ha servido para entender a las personas, para guardar secretos de matrimonios, de madres e hijos para recorrer kilómetros y conocer ciudad y a sus habitantes como la palma de su mano. Buen viaje.
Argeo, esa persona cercana que conocia a todos y para todos tenia un saludo. estas palabras me parecen tan reales como estar viviendo veinte años atras tomando ese cafe junto a el.. con sabor a mercedes o salir corriendo y dejar ese cafe sin tomar porque el telefono sonaba y era lo primero y a esa persona que llamaba no se le hacia esperar.. palabras muy reales.... enhorabuena Marta y que los tres que quedan duren mucho mucho mas..
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