En esta vida donde todo debe ser ordenado y donde las reglas y las normas están a la orden del día...nada mejor que un café inesperado, sin planear y de reencuentro.
Te levantas con el pie izquierdo y todo parece nublado: el primer café demasiado amargo, un paquete que llega sin ser lo esperado y una mala opinión de quien menos lo esperas.....
De repente...una llamada. Y así, sin planear...tres amigos en torno a un café. Meses sin contacto y en torno a una pequeña taza se ponen al día noticias, sentimientos. Un café en una nueva normalidad donde el cariño se muestra en la mirada, donde los besos y los abrazos no se dan piel con piel sino alma con alma. Un café que se alarga en tiempo y que hace viajar de ayer a hoy, de un lado a otro.
Lo mejor.....no haberlo planeado y saborearlo así...con esos amigos que no necesitan el día a día porque en minutos conectamos, con esos amigos donde una mascarilla no impide la comunicación porque hablan los ojos, con esos amigos que son mucho más que amigos. Se les quiere y mucho.
Te levantas con el pie izquierdo y todo parece nublado: el primer café demasiado amargo, un paquete que llega sin ser lo esperado y una mala opinión de quien menos lo esperas.....
De repente...una llamada. Y así, sin planear...tres amigos en torno a un café. Meses sin contacto y en torno a una pequeña taza se ponen al día noticias, sentimientos. Un café en una nueva normalidad donde el cariño se muestra en la mirada, donde los besos y los abrazos no se dan piel con piel sino alma con alma. Un café que se alarga en tiempo y que hace viajar de ayer a hoy, de un lado a otro.
Lo mejor.....no haberlo planeado y saborearlo así...con esos amigos que no necesitan el día a día porque en minutos conectamos, con esos amigos donde una mascarilla no impide la comunicación porque hablan los ojos, con esos amigos que son mucho más que amigos. Se les quiere y mucho.
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