Pasan los días y la desesperación me lleva a pensar que me gustaría sentarme frente a frente al volcán, con un café fuerte pero no a baja altura.
Desde lo alto del Bejenado, en tierras de El Paso, te quiero contar... que has llegado de imprevisto, casi sin avisar y llevándote todo pero #somosmasquevolcan.
Desde tierras viejas y con la Caldera de Taburiente en mi espalda, no puedes entender lo que es guardar con celo un petroglifo y un pino canario con alma de tea vieja. No entiendes de agua brotar y correr cantarina con alpispas y camineros. Ni la lucha de un sauce canario cuando llega una crecida de invierno. No entiendes los colores que pintan el río porque eres rebelde y nuevo. Y aunque estés cerca... te veo lejos.
No te has llevado la cascada de nubes de la cumbre que trae el alisio y que se evapora como suspiros enamorados en un beso robado en El Pino. Volverán las parrandas y las carretas a bajar el Paso Viejo y tu solo serás recuerdo.
Los morales seguirán alimentando al gusano y las manos artesanas trabajarán la seda en el telar. Seguirá siendo auténtica, suave y delicada, palabras que no conoces.
Te callarás y sonarán las campanas del Sagrado Corazón y el color inundará las calles convertidas en alfombras y tapices. El espíritu de los pasenses festejarán su día y sus paisajes. Y lo tuyo será una vieja crónica.
Entre los huecos que dejas nacerá vida, que demostrará que bajo el manto negro que dejas estan los recuerdos y las vivencias, el trabajo y la constancia de familias. Pero brotará un pino y en él se posará una graja que volará mucho más rápida que tu con su plumaje negro y su pico rojo en busca del dulzor de una uva que nace de una viña. Plantada por aquel que te superó, que esperó pacientemente, noche tras noche, a que te callaras y que una vez reinó el silencio trabajó como sus padres al superar el San Juan.
Desde lo alto del Bejenado, con la luna meciendo las estrellas. Que cerca pero que lejos estas y que lejos espero que quedes. Pero te aseguro que #somosmasquevolcan
Hoy café frente a frente, con el dolor de ver caer lágrimas desesperadas pero con la esperanza de que calle y resurja.
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